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miércoles, 29 de septiembre de 2010

Plazas de Jaca / Biscós



Damián
"Plaza de Biscós"
Acuarela sobre papel



Esta era una de las perspectivas más conocidas de la plaza desde los primeros años setenta hasta mediados de la primera década de los dos mil. Con los nuevos tiempos llegó también una original concepción del urbanismo y de su mano las excavadoras que transformaron, sin hacer concesiones a la nostalgia, uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad.

Ahora ya se puede decir que esta acuarela, de mi amigo Damían es, además de una preciosa obra que da fe de la luz y el trajín de una mañana cualquiera de verano, un auténtico documento histórico.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Blanco como el carbón


Damián
"Mauritano" 2006
Sepia y pastel sobre papel

Aquella ciudad era una ciudad de blancos. Había venido siendo una ciudad de blancos desde su fundación, mucho antes de la llegada de los romanos; allá en el siglo tres antes de Cristo. Dios, pensó Akím, y lo seguirá siendo. Porque nosotros, los negros de esta ciudad, acabaremos siendo blancos. Aquí los negros se vuelven blancos. No hay otra solución posible.

sábado, 11 de septiembre de 2010

El loco

¿No habéis oído hablar de ese loco que encendió un farol en pleno día y corrió al mercado gritando sin cesar: « ¡Busco a Dios!, ¡Busco a Dios!»? Como precisamente estaban allí reunidos muchos que no creían en Dios, sus gritos provocaron enormes risotadas ¿Es que se te ha perdido?, decía uno. ¿Se ha perdido como un niño pequeño?, decía otro. ¿O se ha escondido? ¿Tiene miedo de nosotros? ¿Se habrá embarcado? ¿Habrá emigrado? -así gritaban y reían todos alborotadamente. El loco saltó en medio de ellos y los traspasó con su mirada. « ¿Que a dónde se ha ido Dios? -exclamó-, os lo voy a decir. Lo hemos matado¡vosotros y yo! Todos somos sus asesinos. Pero ¿cómo hemos podido hacerlo? ¿Cómo hemos podido bebernos el mar? ¿Quién nos prestó la esponja para borrar el horizonte? ¿Qué hicimos, cuando desencadenamos la tierra de su sol? ¿Hacia dónde caminará ahora? ¿Hacia dónde iremos nosotros? ¿Lejos de todos los soles? ¿No nos caemos continuamente? ¿Hacia adelante, hacia atrás, hacia los lados, hacia todas partes? ¿Acaso hay todavía un arriba y un abajo? ¿No erramos como a través de una nada infinita? ¿No nos roza el soplo del espacio vacío? ¿No hace más frío? ¿No viene siempre noche y más noche? ¿No tenemos que encender faroles a mediodía? ¿No oímos todavía el ruido de los sepultureros que entierran a Dios? ¿No nos llega todavía ningún olor de la putrefacción divina? ¡También los dioses se descomponen! ¡Dios ha muerto! ¡Dios permanece muerto! ¡Y nosotros lo hemos matado! ¿Cómo podremos consolarnos, asesinos entre los asesinos? Lo más sagrado y poderoso que poseía hasta ahora el mundo se ha desangrado bajo nuestros cuchillos. ¿Quién nos lavará esa sangre? ¿Con qué agua podremos purificarnos? ¿Qué ritos expiatorios, qué juegos sagrados tendremos que inventar? ¿No es la grandeza de este acto demasiado grande para nosotros? ¿No tendremos que volvernos nosotros mismos dioses para parecer dignos de ellos? Nunca hubo un acto más grande y quien nazca después de nosotros formará parte, por mor de ese acto, de una historia más elevada que todas las historias que hubo nunca hasta ahora.» Aquí, el loco se calló y volvió a mirar a su auditorio: también ellos callaban y lo miraban perplejos. Finalmente, arrojó su farol al suelo, de tal modo que se rompió en pedazos y se apagó. «Vengo demasiado pronto -dijo entonces-, todavía no ha llegado mi tiempo. Este enorme suceso todavía está en camino y no ha llegado hasta los oídos de los hombres. El rayo y el trueno necesitan tiempo, la luz de los astros necesita tiempo, los actos necesitan tiempo, incluso después de realizados, a fin de ser vistos y oídos. Este acto está todavía más lejos de ellos que las más lejanas estrellas y, sin embargo, son ellos los que lo han cometido Todavía se cuenta que el loco entró aquel mismo día en varias iglesias y entonó en ellas su Réquiem aeternam deoUna vez conducido al exterior e interpelado contestó siempre esta única frase: « ¿Pues, qué son ahora ya estas iglesias, más que las tumbas y panteones de Dios?».

Nietzsche

domingo, 5 de septiembre de 2010

Oscuras intenciones


Hola a todos y bienvenidos al Vórtice 
donde las mentiras y falsedades son atrapadas y expuestas. Soy Michael Voris. 
Hay un problema inherente con la democracia. En realidad, con su definición. 
Es éste: todos tienen derecho a votar. 
Así es: todos pueden votar. 
Consideren por un momento: 
Los bien informados pueden votar. 
Aquellos que han estudiado a los candidatos y los temas en discusión 
y considerado el impacto no sólo sobre ellos mismos sino la sociedad toda. 
Pero además de los informados, los ignorantes pueden votar [...]