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sábado, 30 de abril de 2011

Mariela y el mal de amor X


Bajo despacio, atento al polifónico lamento de los peldaños de madera, tanteando el vertiginoso balanceo de la barandilla que, como un suicida indeciso, coquetea y coquetea con el abismo abierto hacia el enlosado del patio. Una bombilla, única, pende del cable en cada rellano y su luz, naranja y exigua, potencia la impresión general del abandono: telarañas, paredes y techos de blancura asolada, grietas, desconchados y una gruesa capa de polvo en todo lo que no es estrictamente mi zona de paso. En cada puerta que me encuentro, un día verde Oxford, un remiendo y una doble cerradura dan fe de la tragedia de viejos asaltos, y del otro lado, sólo silencio; testigo miserable de un voluntario desapego con la memoria. El eco de mis pasos sube hasta el tragaluz del ático y luego baja tranquilamente, detrás de mí, guardando la distancia. Al pie de la escalera me detengo y oigo como se detiene a la altura de la entreplanta. Siento que se me eriza la nuca y vuelvo la cabeza, pero, como fantasma residente, no descubro más que a este familiar y rancio olor a café y pan tostado de antiguos desayunos que aun lo invade todo. Mientras cruzo el patio, no dudo que se trata del custodio de las almas, que antes de mí, vivieron y murieron en este número seis de la rue Dezobry. El portal ha encallado otra vez.

lunes, 25 de abril de 2011

Ingrávida

Ramón Ventura
"Nocturna"
Óleo sobre lienzo 

Hacía tanto tiempo que vivía en su mundo sin suelo, que se había olvidado de la pesada carga de la gravedad. Tan liviana se sentía que creyó que en su propia lividez residía el secreto de su inmensa felicidad, de su nueva espiritualidad e incluso de su muy acrecentada belleza. No volaba, ni tampoco había experimentado la necesidad de hacerlo, simplemente movía los pies y su cuerpo se desplazaba de un lugar a otro sustentado por el propio aire. Comentaba, a menudo,  que dormir y amar sobre un lecho etéreo era la más sublime de las sensaciones y animaba a cualquiera a deshacerse de tabúes y probarlo sin compromiso, aunque sabía de sobra que en su pequeño mundo no había sitio mas que para unos pocos, por lo que forzosamente habrían de ser los pocos elegidos que ya pertenecían a él. A veces, para seguir pareciendo humana, se concedía hablar de los pequeños inconvenientes cotidianos y entonces, entres risas, se preguntaba por la incierta suerte de los objetos que caían de sus manos y se perdían para siempre. Todavía no había comprendido que lo que experimentaba no era otra cosa que el vértigo que produce la caída libre y que aquel punto oscuro, tan mono y tan gracioso, que cuando miraba para abajo veía crecer, no era un lejano cristal de Swarovski, simplemente era el fondo del abismo.

viernes, 15 de abril de 2011

Mariela y el mal de amor IX


Zaipi, 1997


Miro el reloj y me acomodo delante del teclado mientras doy vueltas a la triste evidencia de mi propia desidia: -Matthieu no es ningún mentiroso- me recuerdo -y ahora resulta que no repuse mis botas rotas de lluvia ni me he hecho con impermeable decente, ni con un paraguas que sustituya al que perdí hace semanas- Estoy tentado de acercarme a la ventana, para corroborar el alcance real del Apocalipsis, pero me detengo por temor a perder el hilo entre los vaivenes de mi memoria. En lugar de eso, invento una eventual tendencia de mi amigo a la exageración y sin perder más tiempo, empiezo a teclear: “Un éxito de público. La noticia de la candidatura primero y, al poco, el reconocimiento formal de Mariela como zorra, fue, digo yo, la mejor operación de marketing que vivió el bar Las Cumbres en toda su historia. 
En pocos días magnificó su cartera de clientes, y si bien es verdad que esta no tardó en ajustarse a niveles asumibles por el servicio, es obvio que la recién estrenada condición de la dueña, ayudó como un ensalmo, a revalorizar un negocio a todas luces en declive. Como es natural, tamaña estrella no fue acogida sin trauma en la casa; a punto estuvo de materializarse el sacrificio de la salud y la autoestima de Chema y Mariela, sin ir más lejos, se tornó de pronto en mujer circunspecta y taciturna en su deambular. Pero no fue si no un momento de transición. Al final, sólo volvió a quedar en evidencia la fuerza insondable de la rutina sobre la conciencia y los muy mejorados ingresos, impusieron su lógica desde la caja.” 

sábado, 9 de abril de 2011

La desesperanzada vida del señor Felix

Carlos
Lápiz de color y pastel

"Dijeron que eran hechos probados: que antes del Movimiento Nacional, era un destacado izquierdista, un traidor al servicio del comunismo internacional. Que a raíz de las elecciones de febrero de 1936, resultó elegido concejal, y que aunque constaba que se opuso a varios desafueros extremistas, también se significó contra el surgir de la Nueva España y que aquel mismo "día glorioso", a primera hora, hasta se atrevió a marchar a la capital en busca de refuerzos que sofocaran la rebelión. Que como no le fue posible, se pasó a zona enemiga y que allí prestó servicio…
Ingresó en prisión en abril de 1939 y aunque al final tuvieron a bien concederle la libertad; la suya siempre fue  condicional, cedida a regañadientes, y siempre pesó sobre el y sobre su familia como una infamia".

miércoles, 6 de abril de 2011

Me declaro escéptico pero nunca dudo de la Ciencia y me quedo más ancho que dios

Los dueños de la ciencia
El premio Nobel de Medicina del año 2002 John Sulston alerta del peligro que supondría que el creador de la "célula artificial" pueda patentar su descubrimiento o sus métodos. Su aviso reaviva la polémica sobre las patentes.
 | Actualizado 28 Mayo 2010 - 03:12 h.
NUEVATRIBUNA.ES / ANTONIO SANTO 26.05.10


¿Quiénes son los dueños de la ciencia? ¿Los científicos, los gobiernos o multinacionales que financian los descubrimientos, la humanidad al completo? Lo cierto es que el dueño de un descubrimiento científico es, ni más ni menos, quien lo patenta. Las patentes se idearon, en principio, como forma de promover la invención, ya que se trataba de un reconocimiento de exclusividad de derechos sobre dicho invento durante 20 años, a cambio de hacerlo público. Es decir: el investigador podía explotar económicamente en monopolio su invento durante 20 años, pero no podía mantenerlo en secreto, de forma que sus ideas acabarían pasando al acervo común de la ciencia y servirían a toda la humanidad.




viernes, 1 de abril de 2011

Manual de ciudadanía crítica / los medios nos manipulan

Vivimos en un mundo manipulado por el poder.

Los medios de comunicación son el arma que utiliza el poder para manipular a las personas. Somos pensados y hablados por los demás, no tenemos ideas originales. Nos dicen que comer, que vestir, como comportarnos, que debemos leer para estar a la moda.
Yo he decidido no leer periódico porque más del 50% de lo que hay en él es pura mentira, por no decir una cifra más alta. Nos hacen creer que las apariencias son reales. Vivimos en un mundo donde la información y la verdad son virtuales, no son reales y nos hacen vivir en una burbuja creada a la medida de nuestras mentes atrofiadas por las estupideces de los políticos, la farándula, la noticia, la educación, los líderes manipuladores.