Translate this site

martes, 20 de marzo de 2012

Si no puedes con ellos, confúndelos

Ante la inevitable caída del imperio, los máximos responsables políticos y económicos intentan persuadir a la ciudadanía de que “dolorosas” reformas son necesarias para la reconstrucción de sus ruinas. El miedo y la incertidumbre se convierten en aliados de los causantes de este desaguisado, que amenazan y aluden a la inexistencia de alternativas y al estúpido argumento de que el capitalismo es el menos malo de los sistemas conocidos. A lo largo de la historia no recordamos soluciones mágicas, pero sí existen medidas de sentido común que caminan justo en la dirección contraria a las que nos impone un sistema, con un notable déficit democrático, y que está blindado por fuerzas armadas dispuestas a emplear otra de las violencias sin contemplaciones. 
Lord Keynes decía que “la dificultad no es tanto concebir nuevas ideas como saber librarse de las antiguas”. A pesar de la evidente crisis del sistema, los gurús de la debacle aplican la máxima del ex presidente de E.E.U.U., Harry Truman, “si no puedes

jueves, 15 de marzo de 2012

Cielo estación

Damián
Acuarela sobre papel

Ya se movía en convoy, pero no por eso hizo mención de retirarse. Seguía sonriendo gozosa, sabedora de que se reunía por última vez con aquella multitud enfervorizada, y dijo con una nueva voz, mucho más aterciopelada que la que le recordábamos: “Los éxitos engendran más éxitos. Está claro que en mi currículum faltaba algo verdaderamente único. Faltaba esto. Espero que en adelante todas estas experiencias, me ayuden a conseguir ser el gran referente que todas vosotras demandáis”,  y por aplacar la explosión de histeria que provocaron sus palabras, durante un largo minuto pidió calma con las manos. Al final, puntualizó en en un  inglés entrecortado y mediocre, pero sobradamente universalista: “Hay que entender que nuestra superior condición genera esta clase de expectativas."

martes, 6 de marzo de 2012

Hace mucho, junto al mar


Era tan popular en su cuerpo, en sus actitudes y en sus aptitudes que no se podía dejar de sucumbir a su vulgaridad aliñada siempre por su rabiosa belleza en flor. Pero aquella mujer era también, y antes que nada, un problema sin solución y, aunque nada en ella se podían negar,  ni mucho menos obviar sus encantos, llegaba a verdaderamente fatigar por su manera de generar erecciones resueltas en nada.

Imagen: Orosia Sarasa (Óleo sobre lienzo)