Cada pueblo tiene su propia cultura, sus propias costumbres y sus propias formas de ver la vida. La gran diversidad de pueblos y costumbres que coexisten en nuestro planeta hacen que sea inevitable que muchas de ellas nos parezcan extremas y muy extrañas.
1.- En la antigua cultura hawaiana era muy común que todos sus miembros tuvieran nombres públicos para sus genitales. La realeza hawaiana y los plebeyos componían cantos a sus propios genitales en los cuales describían sus órganos figurativa y literalmente.
2.- Entre los miembros de la etnia nuba, habitantes de la zona meridional de Sudán, el amor funciona de una manera muy libre, pero plantea una gran exigencia física. Para acceder al interior de la cámara nupcial es necesario estar delgado y tener gran agilidad, ya que el único acceso a este espacio íntimo es un pequeño orificio de 35 centímetros de diámetro, situado a un metro y medio de altura. El sistema resulta incómodo, pero tiene una finalidad muy precisa: proteger el habitáculo del viento, el calor, y sobre todo de las terribles serpientes. Cada muchacha designa a su compañero, levantando la pierna sobre los hombros del elegido. Este no puede mirar, solo guiarse por las sensaciones olfativas que desprende la joven, convenientemente embadurnada de aceites y cremas.