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lunes, 6 de diciembre de 2010

Cambié algunas costumbres; voy y vengo en autobús


El año pasado me fijé en una pelirroja. Parecía extranjera; rusa o polaca o..., y siempre iba acompañada por una mujer mayor. Se quedaban al final del autobús, de pie. Tenía el pelo muy largo, y pómulos muy pronunciados. No era muy guapa, pero, de algún modo, me atraía. No como tu, claro. Mas de una vez pensé  en la conveniencia de presentarme, pero nunca me decidí. Llegamos a enfrentar los ojos más de lo decoroso. Un día desapareció. No he vuelto a verla. Habrá perdido su empleo o habrá regresado a su país. De este calibre son ahora mis aventuras. Casi podría decirse que aunque sigo sufriendo erecciones cuando pienso en ella, te he sido fiel ¿verdad?

Imagen: Carlos

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Debiste presentarte. Tal vez perdiste la ocasión de tu vida. Ahora ya está. Paciencia.

Anónimo dijo...

Si, si. Que duda cabe. A lo hecho pecho