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jueves, 19 de mayo de 2011

Líder caído

Desde de que residía en prisión, vivía un sueño de orden que desbordaba su entendimiento. Nadie criticaba su conducta. Al contrario, entre los presos era considerado una persona ecuánime, de extraordinaria inteligencia y buen tino. Una autoridad libertaria, ideólogo último de cualquier movimiento gremial. El, que en el mundo de los justos nunca pasó de la más mediana mediocridad, en el de los injustos, se encontró consagrado como la persona más respetada, la máxima autoridad moral; líder incontestable. Y sin embargo se mortificaba a diario por no encontrar razón objetiva que justificara el cambio, el complemento que le distinguía del hombre libre. Apenas el detalle insignificante de haber dejado de moverse en base a alabanzas, reconocimientos  y auto admiración.

5 comentarios:

Liova dijo...

Holaaaaaaaa!!!! Una condena cumplida debería ser una condena olvidada!!!! Los errores se pagan pero luego no hay que juzgarlos más. BESITOS Y SALUDITOS EXTREMEÑOS.

Felipe Postigo dijo...

Tienes razón Liova. Eso sería todo un logro.

Saludos

Humberto Dib dijo...

Un texto que me hizo reflexionar sobra la libertad y sobre el liderazgo. En verdad me pregunté ¿dónde nos sentimos libres? Tal vez haya algún lugar para serlo.
Un abrazo.
Humberto.

Anónimo dijo...

Posiblemente hayas dado con las claves del éxito político. Un triunfador triunfa y un líder lidera, tanto en cuanto su capacidad y su esfuerzo están al servicio de una causa justa que merece ser defendida. Pero todo se desvirtúa, incluso la condición de "líder incontestable", tan pronto como se hace público que la causa y el fin de todo esfuerzo es absolutamente egoista.
Un principio que deberían tener muy presente nuestros políticos. Bueno... y los no tan nuestros, también.

Buen blog, Felipe

Un Abrazo.

Felipe Postigo dijo...

Gracias Humberto. Es muy halagador saber que mi texto te ha hecho refelexionar.
Un abrazo.

Hombre Anónimo: decir que he dado con la clave del éxito político es muy, muy excesivo. Digamos que la fórmula ha siempre conocida por todos. De todas formas yo también creo que como principio moral, debería estar presente en cada decisión de los políticos.
Un abrazo y gracias