La verdad es que el pobre Dios fue creado en medio de un caos inaceptable. Tanto fue así que aprovechó un descuido, aun estando incompleto, para apropiarse del Universo. Se emborrachó como nunca se había emborrachado, cantó boleros hasta el amanecer y para frotarnos por la cara su poder de mago, se meó, como un perro sarnoso, en el árbol de nuestros miedos.
Imagen: Amón Non (Homo Creator, 1996)
1 comentario:
Árbol meado de miedos...
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