Sin título
Damián (2004)
Era tornadizo e inconsecuente, y un adivino hechicero que engañaba con su magia y brujería a la gente simple. Mistificaba con las palabras de nuestros profetas y con todo lo sacrosanto de nuestros abuelos.
Andaba tras las mujeres con la astucia de las arañas tras las moscas. Aprovechaba que las mujeres son débiles y de cabeza hueca; ellas siguen al hombre cuyas palabras dulces cautivan sus bajas pasiones. Si no se hubiera cruzado en su camino ese grupo de mujeres imbéciles que se han embaucado por su espíritu maligno, su nombre se hubiera borrado de la memoria de los hombres.
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