El marido tiene derecho a golpear a su mujer: nadie le preguntará por qué razón. La exhortación de pegar a la esposa desobediente no es una aberración, curiosidad, concepto aberrante, o elemento aislado, en la consideración islámica de las mujeres, más bien, el mandato de golpear a las esposas desobedientes está fundado sobre la condición subordinada de la mujer en el islam.
Los hombres tienen autoridad sobre las mujeres en virtud de la preferencia que Alá ha dado a unos más que a otros y de los bienes que gastan. Las mujeres virtuosas son devotas y cuidan, en ausencia de sus maridos, de lo que Alá manda que cuiden. ¡Amonestad a aquéllas de quienes temáis que se rebelen, dejadlas solas en el lecho, pegadles! Si os obedecen, no os metáis más con ellas. Alá es excelso, grande. (C.4:34)
(Sunaan Abu Dawud Libro 11, Número 2142): Refirió Umar ibn al-Khattab: El Profeta (la_paz_sea_con_él) dijo: A un hombre no se le preguntará por qué golpea a su esposa. (cit. por Abul Kasem)
No se preguntará al marido en el Día del Juicio por qué motivo golpeó a su mujer. (Ghazzali, pág. 84)
En su versión del Corán, Yusuf Ali añade a la traducción literal, poniéndolo entre paréntesis: A aquellas mujeres que temes que sean desobedientes, amonéstalas (primero), (a continuación), niégate a compartir sus lechos; (y en último término) golpéalas (ligeramente). Estas adiciones no se encuentran en otras traducciones, y sin duda Yusuf Ali está pensando en suavizar su versión para el lector occidental. Texto original:
Men are the protectors and maintainers of women, because Allah has given the one more (strength) than the other, and because they support them from their means. Therefore the righteous women are devoutly obedient, and guard in (the husband's) absence what Allah would have them guard. As to those women on whom part you fear disloyalty and ill conduct, admonish them (first), (next), refuse to share their beds, (and last) beat them (lightly); but if they return to obedience, seek not against them means (of annoyance) for Allah is Most High, Great (above you all). (C.4:34) (versión de Yusuf Ali)
El marido debe efectuar la corrección de la mujer ciñéndose a ciertos procedimientos y normas, no todo le está permitido, como dejarse llevar por la violencia del arrebato pasional. La obra de corrección ha de tener el marchamo de la racionalidad. El juicio y la decisión de corregirla dependen absolutamente del marido.
Para corregirla ha de obrar gradualmente, pudiendo llegar finalmente si ella continúa rebelde a golpearla con golpes que no le causen lesiones graves: le hará daño, pero sin romperle los huesos ni hacerle sangre. No le golpeará la cara, porque eso está prohibido por el Corán. (Ghazzali, pág. 84)
El marido no debe desfigurarla y si la golpea, debe ser sin causarle lesión grave. (hadiz cit. por Ghazzali, pág. 84)
Si la conducta de una mujer es mala o inmodesta, el marido tiene derecho a golpearle pero no debe romperle los huesos. Ella no debe permitir que nadie entre en la casa si al marido no le gusta. (hadiz de Tirmidhi)
Cuando el marido teme la desobediencia de su mujer, el Corán le recomienda el uso de la violencia y el abandono sexual. Pero cuando una mujer teme la desobediencia de su marido, recomienda a ésta la diplomacia.
Y si una mujer teme malos tratos o aversión por parte de su marido, no hay inconveniente en que se reconcilien, pues es mejor la reconciliación. (C.4:128)
El hadiz, por otra parte, encarece a los hombres el tratar bien a las mujeres que dependen de ellos.
El enviado de Alá (la_paz_sea_con_él) ha dicho: El creyente más perfecto en la fe es quien demuestra el mejor carácter respecto a las mujeres y es el más indulgente con su familia. (hadiz cit. por Ghazzali, p. 71)
El mejor entre vosotros es quien se manifiesta el mejor respecto a las mujeres y soy yo quien me muestro el mejor respecto a las mías. (hadiz cit. por Ghazzali, p. 71)
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